LAS LICENCIAS DE GAS EN VENEZUELA TRAS EL LEVANTAMIENTO LIMITADO DE SANCIONES DEL GOBIERNO DE EE. UU.: EL CASO DEL CAMPO DRAGÓN Y CAMPO COCUINA
Miguel Rivero Betancourt
Socio
Leisbeth Berríos González
Abogada
Este Perspectivas LEĜA tiene como objeto exponer sumariamente el panorama actual de las licencias de gas costa afuera en Venezuela, con un enfoque particular en las licencias otorgadas en el 2024 para la exploración y explotación de hidrocarburos gaseosos no asociados en los campos Dragón y Cocuina.
I. Marco legal de las Licencias de Gas en Venezuela
La industria de gas natural en Venezuela ha experimentado una evolución significativa, pasando de ser considerada un como un negocio subordinado a la producción de petróleo y sin ningún valor comercial, hasta su reconocimiento como un recurso energético relevante y de alto impacto social.1
Con la promulgación de la Ley Orgánica de Hidrocarburos Gaseosos (LOHG) en 1999,2 se creó un marco legal que permitió la participación de personas privada nacionales o extranjeras, con o sin la participación del Estado, que deseen realizar actividades de exploración y explotación de hidrocarburos gaseosos no asociados, mediante la obtención de una licencia3. Las licencias se otorgan para proyectos determinados, dirigidos al desarrollo nacional.
II. Proyectos de gas natural en el Campo Dragón y Campo Cocuina II.1.- Campo Dragón
A principios de la década de 1990, Venezuela intentó aprovechar el potencial gasífero del norte del Golfo de Paria mediante el Proyecto Cristóbal Colón, en el cual PDVSA/Lagoven, Shell, Exxon y Mitsubishi suscribieron un acuerdo de asociación estratégica para desarrollar dicho potencial. El proyecto involucraba los campos Mejillones, Patao, Dragón y Río Caribe y fue aprobado por el Congreso Nacional,4 de conformidad con la Ley Orgánica que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos5. Con el tiempo, el proyecto fue modificado y denominado Proyecto Mariscal Sucre.
El Campo Dragón, ubicado en el norte del Golfo de Paria, se encuentra actualmente sujeto a una nueva licencia de exploración y explotación otorgada por el Ministerio del Poder Popular de Hidrocarburos6 a las empresas Shell y National Gas Company (NGC).7 Este campo es parte de los significativos recursos gasíferos del norte del Golfo de Paria, cuya explotación ha sido objeto de diversos intentos y proyectos a lo largo de los años.
Conforme a los términos de la licencia, se establece que el setenta por ciento (70%) del gas natural producido será destinado para la licuefacción de la Planta Atlantic LNG, y el restante treinta por ciento (30 %) al sector petroquímico.
II.2.- Campo Cocuina
El Campo Cocuina, ubicado en aguas territoriales venezolanas al este del estado Delta Amacuro. Al igual que el Campo Dragón, esta área reviste una importancia estratégica significativa por su proximidad a la frontera marítima compartida entre Venezuela y Trinidad y Tobago.
En el año 2003, el entonces Ministerio de Energía y Minas otorgó a Statoil Venezuela (actualmente Equinor Energy Venezuela AS desde 2018) una licencia para explorar y explotar hidrocarburos en esta región por un período de 35 años.8 Como contraprestación inicial, Equino abonó 32 millones de dólares al momento de la adjudicación, además de presentar una carta de crédito por 60 millones de dólares como garantía del cumplimiento de las obligaciones derivadas del programa mínimo exploratorio.
No obstante, mediante decisión publicada en la Gaceta Oficial N° 42.439 del 12 de agosto de 2021, las empresas Equinor Energy Venezuela AS y TotalEnergies EP Venezuela BV (que adquirió una participación en la licencia en 2006)9 formalizaron su renuncia a los derechos otorgados por dicha licencia para realizar actividades relacionadas con hidrocarburos gaseosos en este territorio.
En este contexto, el reciente proyecto Manakin-Cocuina ha cobrado relevancia internacional. Este proyecto, liderado por BP Exploration (Caribbean) Limited y NGC Exploration and Production Limited, se desarrolla en virtud de diversos acuerdos bilaterales entre los gobiernos de Venezuela y Trinidad y Tobago.10 Entre estos instrumentos destacan: el Tratado Marco sobre Unificación de Yacimientos de Hidrocarburos (suscrito el 20 de marzo de 2007), el Acuerdo de Unificación para la Explotación y Desarrollo de los Yacimientos del Campo Manakin-Cocuina (suscrito el 24 de febrero de 2015) y el Acuerdo Marco de Cooperación Energética (firmado también el 24 de febrero de 2015).
De conformidad con los términos establecidos en la licencia vigente,11 el gas natural producido será exportado hacia Trinidad y Tobago, del cual se destinará un setenta y cinco por ciento (75 %) a la licuefacción en la Planta Atlantic LNG, mientras que el veinticinco por ciento (25 %) restante será asignado al sector petroquímico.12
III. Conclusiones
- La LOHG establece un marco legal que permite la participación del sector privado en actividades de exploración y explotación de hidrocarburos no asociados, siempre que cuenten con la autorización del Ministerio correspondiente mediante la obtención de una licencia13.
- El otorgamiento de licencias, como la del Campo Dragón a Shell y National Gas Company (NGC), así como el proyecto Manakin-Cocuina liderado por BP Exploration (Caribbean) Limited NGC Exploration and Production Limited, se enmarca en una estrategia de cooperación internacional que reviste gran importancia de interés nacional.
- La colaboración entre Trinidad y Tobago y Venezuela representa una oportunidad estratégica. Venezuela aprovecha la infraestructura de licuefacción de gas natural en Trinidad y Tobago, y esta última se beneficia de las reservas de gas natural venezolanas. Esta sinergia internacional es beneficiosa para la explotación eficiente de los recursos, el acceso a tecnología y el establecimiento de alianzas estratégicas.
- La relajación parcial de las sanciones económicas impuestas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) ha creado un ambiente más propicio para la inversión en el sector energético venezolano. Sin embargo, es fundamental comprender que estas medidas son temporales y condicionadas, sujetas a la discrecionalidad de la OFAC. Venezuela debe aprovechar este contexto favorable para consolidar su posición como un proveedor confiable de gas natural, pero actuando con la debida diligencia y apego a la legislación nacional.
- Venezuela debe considerar que estas licencias pueden ser revocados si las condiciones que permitieron el levantamiento parcial de las sanciones cambian. Por lo tanto, las licenciatarias deben actuar con previsión, asegurando el cumplimiento de los términos contractuales y la salvaguarda de los intereses nacionales.
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